miércoles, 20 de enero de 2010

EL SEMESTRE DE PRESIDENCIA ESPAÑOLA Y EL TRATADO DE LISBOA ANTE LA RESOLUCIÓN DE LA CRISIS


Hoy, he escuchado al Presidente Rodríguez Zapatero presentar las prioridades del semestre español ante el Parlamento Europeo. La primera alegría me la llevé cuando observé que efectuaba su discurso sin leerlo. Después seguí alegrándome al ver que supo defender sus planteamientos ante las críticas de las propuestas sancionadoras y al ser cuestionada la credibilidad española por nuestro elevado paro y actual déficit. Debo reconocer que detecté cierto acto reflejo defensivo que sin embargo no restó convencimiento en su discurso.

Hace unos días, la prensa internacional con especial énfasis en la inglesa (The Financial Times & The Economist) y el periódico de Murdoch (Wall Street Journal) pretendieron ridiculizar la capacidad del Presidente español a desempeñar las funciones de la presidencia rotatoria. En un artículo en mi blog en Wordpress.com en ingles –

http://fernandofusterfabra.wordpress.com/2010/01/20/european-union-first-six-months-of-lisbon-treaty-spanish-presidency/

explico los verdaderos motivos tras esos sarcásticos artículos críticos con el líder español. Ni el WSJ de Murdoch con sus lazos con José Mª Aznar ni los periódicos económicos ingleses pueden descalificar al equipo que acompaña a Zapatero meramente por el alto paro en España. Cierto que tenemos un grave problema aunque la diferencia viene arrastrada entre 7 y 10 puntos desde hace décadas. Si el Reino Unido tiene un paro del 10%, nosotros rondaremos los 20. Lo que realmente molesta en La City es el desembarco del Banco Santander que ha ido absorbiendo entidades financieras en dificultades y del mismo modo que Iberdrola se haya quedado con Scottish Power con la nueva concesión de los molinos de viento en el Mar del Norte. Mientras España no hay tenido que nacionalizar ni un sólo banco, Gordon Brown se ha visto obligado tanto a nacionalizar como a subvencionar a entidades financieras, mintiendo a la Comisión Europea sobre dichas ayudas.

En estos seis meses de presidencia rotatoria, España debe demostrar que es capaz de trazar una línea solvente financiera que sirva para el conjunto de la Unión Europea. Esta semana, Elena Salgado ha presidido el ECOFIN, una enorme responsabilidad para poder poner en vereda a todos los estados miembros con bancos que nos han llevado a esta descomunal crisis. Curiosamente y a pesar de la prensa británica, la ministra española ha lanzado unas propuestas, una de las cuales ya ha sido aprobada. Hay que tener valor para enfrentarse a la oposición alemana tras cual se esconde el mal estado de algunos de sus bancos, igual que le pasa al Reino Unido y a Austria.

En cuanto a posibles conflictos con el nuevo Presidente Permanente, Van Rompuy, hay que saber que ni el belga en ese cargo de máxima responsabilidad ni la inglesa en Asuntos Exteriores tienen aún montados sus equipos para poder presumir de autónomos en sus funciones. El semestre español, con el equipo de gobierno de España como ejecutores, serán los garantes que ambos altos cargos puedan decir dentro de 18 meses que tienen a sus respectivos equipos operativos.

Es una pena que 2009 se desperdiciara del a manera que se hizo pero lo que es evidente que Zapatero no puede dejar que un Parlamento Europeo escorado hacia la derecha ya con presencia de euroescépticos deje de considerar esta oportunidad de impulsar un gran pacto social a nivel europeo. Si se consiguiera ese logro, el camino que se tome hacia la recuperación dará muchos menos sobresaltos.

No hay que olvidar que Ángela Merkel que prometió recortes de impuestos, y así lo pactó con sus nuevos socios liberales, ha reculado aplazando tales rebajas sine die. Es señal que la política liberal-conservadora de Alemania no es la solución a la crisis.

Aquí ya no valen bloques ideológicos y políticas liberales para mercados globalizados. Es el momento de ver lo mejor de cada propuesta para pactar una política común que no olvide que sobre todo, los 500 M de europeos somos seres humanos con necesidades sociales y de calidad de vida. Después vienen las empresas y sus beneficios. Si no son capaces de estampar esa prioridad en su mente, más vale que vayan pensando en desmantelar la máquina burocrática europea porque la unión no habrá servido para nada.

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Consultor de Relaciones Internacionales